Cancionero Moral de un Poeta Menor
Inteligente, sabio, ocurrente, divertido, emocionante, acribillado del mejor wit isabelino-jacobino y del mejor ingenio quevedesco, con Marcial y el licenciado Tomé de Burguillos en la trastienda del estilo, con la cultura popular envenenándolo todo y mezclándose con la gran cultura en un cóctel inolvidable...
Eso es lo que destila el Cancionero moral de un poeta menor, que es una especie de laboratorio alquímico que convierte en belleza métrica la sustancia lingüística que se introduce en cada redoma, en cada alambique, hasta que surge oro del plomo, cristal de la materia amorfa, espíritu de la materia. López Sandoval se ha sacado de la chistera una colección de sonetos que, como los de Lorca, no se limitan a repetir los tópicos inherentes a este tipo de composición en los últimos siglos, sino que se atreven a vulnerar estructuras consabidas para abrir nuevos cauces al rey de los constructos líricos, y lo consiguen plenamente.
Malnacidos
La vida de Mercedes se reparte entre su labor de educadora en el barrio marginal Archipiélago y su familia. Dos realidades radicalmente opuestas que la llevan a plantearse constantes dudas sobre su papel en la vida. Presa de un día a día que no desea, siente que su historia de amor ha fracasado y que el único motivo para llegar a casa es su hijo Iván. En esa atmósfera asfixiante que va devorando sus días, Mercedes se ve envuelta junto a Manuel, un asesino a sueldo de la barriada, en una trepidante búsqueda para recuperar el robo de tres niños en Archipiélago.
La oscura trama de estas desapariciones, ligada a una red fraudulenta de adopciones, no es el único motivo que la une a Manuel, su relación va más allá de una amistad. En esa incertidumbre vital ambos personajes desentrañan los tentáculos de un monstruo más potente que ellos: la corrupción y la avaricia.
Malnacidos es una historia de lucha interior y también exterior por reestablecer la justicia y la dignidad en un entorno que no entiende de principios y cuyas únicas reglas son la violencia y los tratos de favor. En un suburbio donde la vida vale lo que otros están dispuestos a pagar por ella, una mujer busca en el amor y la lucha restablecer la libertad y la justicia al precio que sea.
30 de Junio
Rehén
Emily Fragos (Nueva York, 1949), poeta de prestigio en la poesía contemporánea estadounidense, ha recibido premios como la beca Guggenheim, el Premio de la Academia Norteamericana de las Artes y las Letras, y el Premio Bynner de la Biblioteca del Congreso de Washington D.C. Ha publicado los libros Hostage: New & Selected Poems (2011) y Little Savage (2004), y ha editado seis antologías de poesía para la editorial Everyman, incluyendo una selección de cartas de Emily Dickinson. Sus poemas han aparecido en revistas como The New Yorker y The Paris Review, entre otras muchas, y ha sido seleccionada para la antología Best American Poetry de 2016. Durante un tiempo fue editora de la revista Guernica, y también ha escrito numerosos artículos sobre música y danza. Ha trabajado como voluntaria enseñando poesía a discapacitados y a personas mayores, y ha recibido distinciones por su trabajo con animales abandonados y maltratados. Emily Fragos ha impartido clases en la Universidad de Yale y en la actualidad es profesora de la Universidad de Nueva York (NYU) y la Universidad de Columbia.
30 de Junio
Aroma de Vainilla
En los últimos años de su vida, Mercedes Ortega recompone en su memoria la lucha de tres generaciones por perdurar en una España rota por el dolor y el rencor de la guerra.
Las intrigas, el poder, el amor y la pasión por sobrevivir a su propia tragedia se abren paso en una narración íntima y trepidante que busca la verdad a través de sus personajes.
Un viaje interior anclado en los últimos años del siglo XIX y principios del XX que nos sumerge en una trama brillante y adictiva donde la memoria batalla por reparar lo que la vida dañó.
Actos de Amor
Luis Antonio de Villena nos cuenta en el prólogo del libro que Antonio Praena es un poeta maduro de su generación –uno de los mayores de la última activa– tan abundantemente inmadura. Y esa madurez –creo– comienza en este “Actos de amor” libro claro, desasosegado y calmo en busca de todos los rincones del amor, a las criaturas y a Dios, que por ser buen amor ha de volverse indefectiblemente divino.
Me gusta la poesía de Antonio Praena porque está limpia y bien escrita, pero ítem más, porque se cumple en la pasión del verso (no hay buena poesía que no sea intensa) y en el autorreproche y el desvelo por amor. Me gusta la poesía que exalta la vida y desdeña la vida, y hasta porque al hablar de los seres queridos muertos (padre y madre, en este caso) el poeta dice no saber vivir sin ellos, pero tiene el consuelo de una no explicitada ni menos predicada fe.
Poesía de temblor y amor en un poeta que hay que tener en cuenta y que se abrió, pleno, con este “Actos de amor”. Un poeta de verdad es siempre una luz, tiemble en caridad o en pornografía o en ambas al mismo tiempo. Léanlo
Catábasis
Si nunca hubiera visto una fotografía de Annie Costello y jamás la hubiera escuchado recitar a viva voz, podría pensar que los poemas que me encuentro en estas páginas los ha escrito no ya una mujer joven, delicada y bellísima, sino quizá alguna poeta antigua, con rostro increíble, de esos que te dejan frío primero y enamorado después.
Muchos primeros libros lo son, o pretenden serlo, pero en las páginas de Catábasis encontramos ese grado de dulzura y ese grado de desgarro suficientes como para convencernos de que el universo que aquí late tiene tanto de una Sylvia Plath como de una Lolita. Y tanto de un haijí japonés como de un Federico García Lorca. Y tanto de un personaje de una serie para teens hormonados, como de una reflexión profunda propia de una voz loca y quebrada de una novela de Lispector.
¿Cuál les
llama más la atención?